Sobre mí

Mi nombre es Ángel Schwartz Guerrero, nací en Madrid en el 1970. Estoy casado con una mujer alemana y tenemos dos hijos y una perrita pastora alemana. Mi pasión son las personas y los animales. Estoy convencido de que los animales también tienen pensamientos y emociones.

 

Desde que tengo uso de razón, recuerdo haber convivido siempre con diferentes animales.

Pero, aunque los animales siempre han estado presentes en mi vida, tuvieron que pasar casi 40 años para finalmente conectar con mi vocación e iniciar una nueva etapa en mi vida.

Después de 20 años dedicados al mundo comercial y gracias a una recomendación, decidí dejar por completo este sector para formarme e iniciar el proyecto de Intervenciones Asistidas con Animales en la empresa CTAC Barcelona, donde cursé los estudios de técnico en terapía asistida con perros, instructor de perros de terapía e instructor de perros de asistencia. Ejercí como autónomo como técnico en terapia asistida con animales, siendo responsable de la dirección de la delegación CTAC de las provincias de Tarragona y Lérida. Durante esos años seleccionaba, sociabilizaba, adiestraba y trabajaba con mis perras de trabajo en intervención asistidas con animales en centros con personas con necesidades especiales, de entre 4 y 100 años, en las provincias de Tarragona y Lérida. Trabajaba conjuntamente con educadores, terapeutas ocupacionales, psicólogos, fisioterapeutas y psiquiatras en centros geriátricos, colegios de educación especial (parálisis cerebral, autismo, TDAH, etc..), centros ocupacionales, centros para menores en riesgo de exclusión social, mujeres maltratadas y en centros de  rehabilitación para personas con adicciones al alcohol y  las drogas.

Aprendí a adaptarme al estado físico, psíquico y emocional tanto de todas las personas, con las que trabajaba en mis proyectos de trabajo, como de mis cinco perras de trabajo, que componían, por aquel entonces, el equipo canino de intervenciones asistidas con animales.

Mi forma de trabajar con los animales evolucionó con el paso de los años. Inicialmente, trabajaba con el método del clicker y la esperada recompensa en forma de comida, por haber hecho correctamente el ejercicio, pero sentí que esto no era autentico y que había creado seres muy dependientes, con mucha ansiedad y falta de naturalidad. También vi que, en las sesiones de trabajo, los animales no tenían contacto visual con las personas a las que íbamos a asistir, y eso me decepcionaba mucho, debido a que siempre estaban pendientes de mí, para recibir la esperada recompensa. Llegados a este punto, decidí dejar de trabajar con clicker y recompensa, y apostar por trabajar con mis animales desde la afectividad, asertividad, y ecuanimidad.

Tuvo que pasar un tiempo para que mis perras de trabajo se “desintoxicasen” de mi antiguo método de adiestramiento, así como de las actitudes y emociones que les había transmitido en los últimos años. Al final, conseguí trabajar con animales sensibles a situaciones específicas, relajados, espontáneos y naturales.

Se me ocurrió dar un paso más en mi propio estilo de trabajo, normalizando, simplificando y naturalizando aún más con todos los animales con los que trabajaba. Las sesiones de trabajo ganaron en calidad y autenticidad. Se hizo común la conexión visual entre animal y persona asistida, y se generaban situaciones espontáneas fruto de la relación natural y auténtica entre persona y animal, generando multitud de beneficios para todos. El ambiente de las sesiones de trabajo era comparable a una sobremesa o encuentro entre familiares o amigos, disfrutando simplemente uno de la compañía del otro, sin esperar grandes circos ni piruetas imposibles. Por supuesto, se alcanzaron los objetivos asignados por los responsables de los centros para cada persona asistida.

A raíz de esta enriquecedora experiencia, creé, de forma espontánea, un nuevo proyecto de trabajo con los animales, denominado “BIENESTAR ANIMAL”.

En paralelo a mi trabajo con CTAC, atendía esporádicamente consultas privadas de personas de mi entorno que tenían alguna situación a mejorar con sus animales. También, gracias a mi veterinario de confianza y amigo, fui recibiendo casos con retos que, hasta el momento, otros profesionales del sector no habían podido solucionar. Esto me ayudó, poco a poco, a desarrollar mi propia técnica y mi propio estilo de trabajo con los animales y las personas.

Empezaron a aumentar las consultas, abarcando casos de menor a mayor intensidad.

Entendí que un porcentaje elevado de los diagnósticos, síntomas, y enfermedades que tienen los animales vienen derivados del contacto que estos seres tienen con el ser humano. Por decirlo de alguna manera, los animales somatizan, transforman sus problemas psíquicos o emocionales en síntomas que posteriormente derivan en enfermedades que, a su vez, también afectan al bienestar del ser humano.

A medida que iba ganando más experiencia, veía que ocurrían cosas positivas, que a veces no tenían explicación evidente y que nacían desde dentro de uno mismo. Me di cuenta de que esta es mi verdadera pasión: el trabajar con personas y animales. Sentí así la necesidad de dedicarme profesionalmente a ello, compaginando el nuevo proyecto de “BIENESTAR ANIMAL” con el trabajo de Intervenciones Asistidas con Animales en CTAC.

Empecé a colaborar con una tienda de alimentación y complementos para animales (PROZOVALLS CENTER), la cual me derivaba todos los casos y situaciones de personas con animales de los que nadie se quería hacer cargo o que, aun habiéndolo intentado, seguían sin estar solucionados.

Durante el primer año de trabajo atendimos decenas de casos y situaciones variopintas entre personas y animales de diferentes especies. La nueva línea de trabajo iba cogiendo cada vez más forma y fuerza y PROZOVALLS CENTER se convirtió en el patrocinador oficial del nuevo proyecto “BIENESTAR ANIMAL”.

Mas adelante me empecé a interesar por animales de otras razas y por animales destinados al consumo humano.

Amplié mi formación completando una serie de cursos en bienestar animal en explotaciones avícolas, porcinas, bovinas, y también bienestar animal para personal encargado de los mataderos; todos impartidos por la Generalitat de Catalunya (Departament d´Agricultura, Ramaderia, Pesca i Alimentació) y reconocidos en todo el territorio de la unión europea.

A raíz de estas formaciones amplié mi actividad de trabajo en el proyecto “BIENESTAR ANIMAL”: no solo solucionaba situaciones entre personas y animales, sino también abarcaba proyectos para mejorar instalaciones para animales de granja. También mejoré ubicaciones y distribuciones en hogares y en instalaciones de animales dirigidos a actividades deportivas y a actividades profesionales.

Tuve la ocasión de conocer a un Gaucho argentino, el cual me transmitió conocimientos para así poder entender y manejar mejor a los caballos. Los aprendizajes me dieron pie para trabajar en un proyecto de desbravar potros, los cuales fueron transportados desde la montaña, donde nacieron y vivieron sus primeros años de vida, a una hípica en un pueblo de la provincia de Tarragona.

El proyecto de „BIENESTAR ANIMAL “estaba ya consolidado, cuando en 2017, por motivos personales, mí familia y yo nos mudamos a vivir a Alemania al estado federal de Baviera. Nuestros dos hijos tenían en ese momento 6 y 2 años y medio. Fue un momento muy impactante en mi vida: Tuve que dejar toda mi actividad laboral en España y mi mujer y yo cambiamos los roles. Ella trabajaba fuera de casa y yo trabajaba como amo de casa, centrándome en los siguientes seis años en atender a nuestros dos hijos, a mí mujer, la casa y al estudio del alemán. Cursé los niveles B1, B2 y el curso de integración en la cultura alemana.

Desde inicios de 2023 trabajo a tiempo parcial como cuidador de caballos en una hípica privada.

A principios de 2025 decido retomar el proyecto de „BIENESTAR ANIMAL “en España y Alemania.

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